Hoy en día, ver a un niño o niña de 12 años hablando por el movil en la calle, a un empresario/a en un Starbucks trabajando en su portátil o a universitarios pasándose trabajos por medio de una memoria USB resulta totalmente corriente. Y esto se debe a que la tecnología vive por y para nosotros. En cambio, si resultaría extraño ver las situaciones contrarias, pues pocas veces se contempla a alguien hablando en una cabina, o a una persona jóven sin su reproductor de música, normalmente, iPod.
Aprovechando el haber nombrado al iPod, vamos a tratar el caso de la marca Apple. Sin lugar a dudas, tiene el monopolio de la tecnología ligera en EEUU, y en Europa poco a poco va incrementando su hueco en el mercado. Y es que Apple nos presenta modelos de ordenadores portátiles, reproductores de música y teléfonos móviles, es decir abarca todo el mercado. Y sin embargo, tanta tecnología nos supera. El hecho de que lo novedoso el año anterior, sea en la actualidad algo obsoleto, implica un avance descomunal en tecnología, sí, pero también un proceso de adaptación a la sociedad, para el cual no todo el mundo está preparado. Me gustaría poder relacionar el tema de la moda con el tema de tecnología, ya que básicamente, discurren paralelamente. Con ello me refiero a la película Sex and the City (Sexo en Nueva York), icono de la moda por excelencia, y novedoso en cuanto a tecnologías. En este fotograma de la película, la protagonista Carrie Bradshow (Sarah Jessica Parker) se niega a utilizar un iPhone ya que dice no entenderlo. Aqui se ve plasmado el hecho al que me refería con que la sociedad no siempre se adapta a estos cambios tecnológicos tan seguidos.
iPhone es lo último de Apple, un móvil con gran variedad de aplicaciones, una de el
En mi caso particular, soy una de las personas que necesita el móvil en cada momento del día. Sin embargo, a la orden del día, y no sé durante cuanto más, prefiero limitar el móvil a funciones únicamente de móvil, ya que me he visto en situaciones similares a la representada en la película Sex and the City, no sabiendo utilizar lo que se empieza a llamar como móviles 2.0